En la finca hay dos especies que durante los pasados años pasaban muchas horas en la finca: Se llaman Juanti y Alberto, ahora han adquirido otros hábitos y van menos, pero se puede decir que son habituales de estos contornos.
El primero, Juanti, es de costumbres sedentarias. Sólo se pone en actividad cuando coge las tijeras. Entonces corta todo lo que se le pone por delante.
Su principal característica es el vagabundeo por la finca, siempre con tijera o azadón en mano. Se le puede rastrear facilmente por las ramas que va dejando tiradas en el suelo.
Se enfada con facilidad y se refugia en sus charcas.
El segundo, Alberto, se caracteriza por decir siempre que entra en la finca "yo aquí no me voy a dejar la vida". Esta característa pierde valor cuando ve una piedra de tamaño mediano, entonces se dedica a moverla de un sitio para otro.
Tiene hábitos arrigados, junto con el movimiento de piedras, hace alcorques a las viñas, con lo que las perjudica seriamente, aunque no está considerada una especie dañina.
Si le dices algo suele cabrearse aunque sin llegar a ser peligroso. Es un animal solitario.
Ambas especies suelen pelear entre si, aunque sin consecuencias. Se desahogan luego con otros, especialmente con el escarabajo pelotero, sin tener en cuenta la poca inteligencia y la enfermiza sensibilidad de éste.
A estos animales habituales se les ha intentado amaestrar pero con resultados fallidos, por lo que se les puede considerar aún especies salvajes, con apariencia civilizada.
Por las consecuencias de sus actividades se les puede relacionar con la especie de la marabunta.