Ahora estoy centrada en la prevención de posibles avisperos que aprovechan la gran cantidad de hierba seca para esconder sus panales. Es decir, hay que quitar rastrojos.
Menos mal que tengo algún descanso, regar los árboles o ponerles tratamiento contra los parásitos. Ayer eché insecticida al avellano, que tenía todas las hojas mordisqueadas. Ya lo hice con uno de los guindos y parece que da resultado.
Por otro lado, las brevas de las higueras ya han desaparcido comidas por los pájaros que acuden en grandes bandadas. Todas las higueras tiene ahora higos pequeños.
Da verdadero miedo verlos al final del camino, y se nota que debía hacer 56 grados cuando hiciste la foto
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