Tenemos una vista privilegiada:la Peña de Cenicientos, la Sierra de Gredos, la Peña de Cadalso, la Almenara, las sierras de San Vicente y de la Higuera y los lejanos Montes de Toledo se pueden comtemplar a través de los olivos y las encinas.
Es frecuente ver los cielos surcados por el majestuoso (y no tengo otra palabra mejor para definirlo) vuelo de las águilas y otras rapaces.
O mirar despreocupadamente los caprichosas formas de las nubes.
Hasta ahora esto lo he hecho muy poco, obsesionada por los rastrojos, el estado de las viñas y los árboles. Desde ahora disfrutaré más de la inmensa belleza que me rodea.
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