El sábado, 5 de febrero, vinieron Juanti y Alberto. Trajeron del vivero de Cadalso un ciruelo que plantamos en la finca y que regamos con agua de la laguna de Albertina. El ciruelo está ya injertado. Este verano necesitará muchos cuidados, pero yo se los proporcionaré.
Tengo que cavar y abonar el resto de los árboles. No basta sólo con regarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario