domingo, 12 de junio de 2011

Fauna ocasional IV

Las insanas costumbres de los basiliscos.


Tenemos de vez en cuando en la finca a esta otra especie, llamada Carlos.  Había venido en otras ocasiones acompañando al basilisco. Se limita a mirar sin hacer nada, con cara de aburrimiento. Sólo interesado en juguetear con Estrella y el pony.
Este especie se caracteriza por su absoluta falta de iniciativa, sin embargo es obediente y hace lo que se le pide.
Interesado en los árboles, este animal está desaprovechado ya que su pereza le hace propenso al vagabundeo. Bien amaestrado podría ser un buen cortador de leña, dada su envergadura física.
De orígenes señoritos (ay! me he pinchado con una hoja de encina), podemos relacionarlo con la especie de la cigarra, pero cuando se le ordena un trabajo tiene características propias de la marabunta.

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