domingo, 2 de octubre de 2011

Triste vendimia




Llegado su tiempo, cuando todos los demás agricultores vendimian, yo he hecho lo mismo, para disimular (tonterias mías). Sólo que el destino de mis uvas ha sido diferente, como todo lo demás, han ido a parar a la hondonada. La verdad, no merecían otra cosa, dada su mala calidad, algunas ya estaban secas, no por el tiempo que llevan en la vid, sino por el mildiu. No obstante, da pena verlas allí tiradas.
Sólo he vendimiado las primeras líneas, las que se ven desde la carretera.
Una vez tiradas las he tapado con sarmientos y hojas de vides ya perdidas, que no dan fruto, cada vez más numerosas.

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