Empiezan la invasión lentamente, escondidos entre las hierbas, en los lugares más insospechados.
Seres que que tras una brevísima floración echan su fruto, unas vainas parecidas a las de los guisantes, llenas de semillas que actualmente están esparcidas por toda la finca. Estas vainas retienen una buena cantidad de agua, lo que empobrece aún más el terreno, ya seco de por sí.
Afortunadamente no todos fructifican (las hormigas hacen su labor), pero como son tantos, algunos si lo hacen.
Esta es la única finca que los tiene y he visto otras muchas fincas a las que ido a coger higos o uvas. Debimos traerlos en las botas o las ruedas del coche de algún lugar olvidado y aquí han encontrado un lugar idóneo para extenderse.
Yo los odio, cuando se secan dejan un cadáver horrible, unos palos secos que resisten lluvias y tormentas.
He comprobado que emiten unas ondas electromagnéticas que actuan directamente sobre el cerebro de los dueños de las fincas y los convencen para ho echar herbicidas y así poder, escondidas entre la maleza, seguir reproduciendose y colonizando territorios.
Cada vez veo más, avanzadillas solitarias, en otros lugares de Cenicientos.
Procuro quitar todos los que puedo antes de que se sequen y esparzan sus semillas. Aquí pongo unas fotos de los invasores, no se les aprecia muy bien. Ya pondré más.
Mis hermanos no me creen. Dicen que los habrá en mas fincas. Pero no, sólo están aquí y he visto tres o cuatro en el camino, seguramente arrastrados por las ruedas del coche o en los zapatos.
¿Somos su primera avanzadilla? ¿Invadirán Cenicientos? ¿Se harán dueños del mundo?
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