Tanto el avellano como el nogal están muy hermosos.
El avellano estaba creciendo un poco torcido, así que clavé un palo al lado y con una cuerda lo até a éste. Ahora está derecho.
Como me gustan tanto estos árboles despejé de rastrojos el trozo que los separa y dejé un pasillo desde el que pueden verse los dos.
Cuando sean grandes van a mejorar mucho la finca.
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